Me concedo el derecho
de dedicarte unas palabras
y ante el sólo hecho,
se avivan sensaciones
que parecían haberse ido
en desbandada.
Pero te mantienes fija,
presumes la huella en mi mente,
te afanas en verte esquiva,
porque no has estado segura
de que yo pueda corresponderte.
A mí me toca decirte entonces,
que sin importar lo que ocurra,
tú siempre estarás dentro
de lo que pueda considerar,
mis mayores afectos.
No soy adivino o mago,
ni siquiera pretendo serlo,
sin embargo sería feliz,
si la vida nos diera la pauta
para volvernos a encontrar.
Por eso me quedo en calma,
confiando en el devenir,
y en que si brota una oportunidad,
tú y yo estaremos gustosos,
de volver a coincidir.
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